Melania Gamboa
El acné, la carga tóxica y los mini experimentos

El acné.... Maldito acné... En el colegio me recetaron limpiadores especiales, medicamentos que cambian las hormonas, medicamentos ultra fuertes con los que no me pude asolear por meses, inclusive antibióticos, por varios años. Algunos productos funcionaron por un tiempo, pero en retrospectiva, probablemente me hicieron más daño que bien. Los antibióticos, sobre todo, afectaron a mi flora bacteriana y considero que aceleraron el deterioro de mi sistema digestivo y de la salud de mi piel.
Conversando con un amigo sobre esto, José Álvaro Salas, me comentó que él había tenido acné en el colegio y no le pude creer, porque viendo su piel, que la tiene muy sana, jamás me lo hubiera imaginado. Para los que no lo conocen, José hace una mantequilla de maní artesanal deliciosa y sin gluten. Toda su persona irradia salud y con las conversaciones que hemos tenido queda claro que es igual que yo: un estudiante eterno que no se aburre de seguir aprendiendo para mejorar su salud a través de mini experimentos. Sus ideas y filosofía sobre la salud, incluyendo como esta se manifiesta en la piel, son muy similares a las mías, aunque tal vez desde enfoques diferentes.
Te comparto aquí algunas ideas que surgieron durante nuestra conversación en donde estuvimos completamente de acuerdo. Más abajo te comparto el "régimen" de cuidado del rostro que José usa.
La información que podemos encontrar en internet sobre nutrición siempre se contradice. ¿Que si la grasa, la proteína animal, las semillas son buena o malas? En todo lado vas a encontrar argumentos pro y en contra, tanto científicos como opiniones personales al respecto. ¿Entonces a cuál lado le crees? Nuestra conclusión es que a vos mismo, haciendo mini experimentos de prueba y error, probando un alimento o un producto por unos días/semanas y viendo como tu cuerpo se siente. Si se siente pesado o cansado, probablemente estás comiendo algo que no te ayuda. Si te sentís feliz y con energía por un tiempo mantenido, lo más probable es que esa comida fue una buena elección.
Las enfermedades crónicas tienen causas multifactoriales como por ejemplo: Ya no comemos comidas fermentadas como solíamos hacer hace muchos años, comemos muchísima comida procesada, ha habido un abuso de antibióticos, la forma en como se crían los animales nos afecta a nosotros, se han aumentado el número de cesáreas y el uso de fórmula para bebé.
La carga tóxica (la presencia de toxinas en el cuerpo), ya sea por el aire que respiramos, el agua que tomamos, lo que comemos o inclusive, los productos de cuidado personal que aplicamos en nuestra piel, ha aumentado muchísimo en los últimos años. Es importante descubrir de dónde viene esa carga tóxica. ¿Será mercurio porque estás comiendo mucho atún? ¿Estarán tu asma y alergias siendo causadas por moho en tu casa? ¿Estarás consumiendo químicos de plásticos que usás en tu día a día? Y en mi opinión personal, ¿Estarás compartiendo tiempo con personas tóxicas que te están drenando de energía?
Ambos sabemos que la industria alimenticia (no se puede generalizar, pero para este artículo lo vamos a hacer) nos bombardea con información, muchas veces confusa e inclusive malintencionada, con el fin de que compremos. Si el alimento tiene muchas declaraciones nutricionales de salud: como ¡saludable! ¡alto en fibra! ¡con vitaminas!... es mejor evitarlo. Al fin y al cabo lo mejor es comprar comida fresca, local y de la época. Ahora bien, si vas a comprar algún alimento enlatado o empacado, buscá marcas que compartan tus valores y filosofía de vida. Para José eso es un producto sea a base de ingredientes naturales con buen sabor, sin químicos y saludable. Lo bonito es que su mantequilla de maní reflejan esos valores.
Para terminar, José me dijo: "Yo ya descubrí el tratamiento para el acné" y por supuesto, se los tengo que compartir. Aparte de comer bien, hacer ejercicio, seguir experimentando con los alimentos que le sirven y nos sirven, evitar químicos a toda costa, tiene una forma natural de cuidarse la piel del rostro y lo encontró a pura prueba y error. Este es su régimen:
Lava su cara con agua filtrada y hervida. El agua de Costa rica es alta en cloro, que deshidrata la piel, y al hervirla este se evapora. Lo importante aquí es averiguar qué tipo de agua llega a tu casa, es posible que no tenga tanto cloro pero quizás algunos otros componentes que te puedan afectar de otras formas. Hay diferentes tipos de filtros para diferentes tipos de impurezas en el agua.
Usa bolsitas de té de manzanilla mojadas con esta agua filtrada y caliente para limpiarse la cara. La manzanilla tiene propiedades desinflamatorias y la bolsita absorbe la grasa y limpia.
Hidrata la piel con aceite de jojoba después del lavado, que no tapa los poros y crea una capita protectora sobre la piel. Si no encuentra jojoba usa de argán. Ambos dan un brillo saludable.
Para mantener la piel brillante hay que quitar piel muerta y se ocupa algo abrasivo que no dañe la piel. Lo mejor que ha encontrado es una mezcla de miel de abeja con azúcar moreno. El azúcar es el abrasivo y la miel de abeja humecta y cura infecciones.
El vinagre de sidra de manzana lo usa diluido en agua 50%/50% y se lo aplica una vez por semana sobre la cara después del exfoliante de azúcar. Se le deja varios minutos puesto "quema" la grasa, suciedad, bacterias y demás, y luego se enjuaga. La piel queda radiante. Si la mezcla es muy fuerte para tu piel, podés ponerle mas agua.
La gel de sábila en la piel también la usa para desinflamar y regenerar.
Así que bien. Te dejo con esas ideas naturales para que las probés. ¿Te sirvió? ¿No te sirvió? ¿Qué modificaciones le hiciste para que de mejores resultados en tu tipo de piel?
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¿Te sentís un poco perdido con el tema del gluten y las alergias alimenticias? ¿Querés guía y motivación? Envianos un email a info@canelawellness.com y nos contás. Estamos contentos de ayudarte.