Melania Gamboa
La confusión alcalina

Había una vez un “doctor” llamado Robert Young que impulsó todo un movimiento llamado la “dieta alcalina” y terminó en la cárcel por practicar medicina sin licencia y poner a sus pacientes en peligro. Desafortunadamente, para ese momento, el Dr. Young ya había creado una tendencia fuertísima basada en un concepto absurdo que fue intensificado por estrellas de cine. Es por esta razón que escribo este artículo, para derribar mitos y aclarar lo que yo llamo la “confusión alcalina”.
Quiero dejar algo clarísimo. La dieta alcalina propone comer muchos alimentos frescos, como vegetales y eliminar comida chatarra. POR SUPUESTO que esto es bueno para la salud. Sin embargo, sé que este artículo podría generar polémica porque reta paradigmas ya establecidos. Pero recordemos que este artículo analiza el concepto de la alcalinidad y su impacto en el cuerpo y la salud; no toca otros temas inherentes a la comida, como su densidad nutricional o capacidad para causar inflamación. Esto lo retomaré al final del artículo.
¿Qué significa alcalino?
Antes de explicar la dieta alcalina, debo explicar el concepto del pH. El pH es una medida de la acidez de un compuesto.
El pH se mide con una escala del 0 al 14 en donde un pH menor a 7 es ácido y un pH mayor a 7 es alcalino (o básico). La alcalinidad se refiere a la capacidad para neutralizar ácidos. Entonces, un compuesto alcalino tiene la capacidad de neutralizar a un compuesto ácido.
Ácido: 0–6.9 - por ejemplo, ácido carbónico (lo que causa burbujitas en las gaseosas)
Neutral: 7.0 - agua
Alcalino: 7.1–14.0 - por ejemplo, hidróxido de magnesio (leche de magnesia)

La dieta alcalina se basa en la idea de que comer alimentos alcalinos, en lugar de ácidos, es bueno para la salud. Algunos inclusive declaran que la dieta alcalina ayuda a combatir enfermedades serias, como el cáncer. Se parte de que cuando las comidas entran nuestro cuerpo y se procesan, pueden dejar “residuos” (el término médico son metabolitos) ácidos o alcalinos. Se alega que los “residuos” pueden cambiar el pH de nuestro cuerpo causando enfermedad o salud. Por ejemplo, si comemos comidas que dejan residuos ácidos, esto torna a nuestro cuerpo más ácido lo cual nos predispone a enfermedades. Y si comemos alimentos que dejan residuos alcalinos, nuestro cuerpo se torna más alcalino, cosa que, según la filosofía, protege y mejora nuestra salud.
Hay ciertos grupos de comida que se consideran ácidos o alcalinos de acuerdo a estos “residuos”, por ejemplo:
Comidas ácidas: res, pollo, pescado, lácteos, huevos, granos, alcohol
Comidas neutras: grasas encontradas en la naturaleza, almidones y azúcares
Comidas alcalinas: frutas, nueces, legumbres y verduras
Las teorías de la alcalinidad han estado en circulación por años, pero todavía no hay buena evidencia de que reducir nuestra “carga ácida” realmente sea directamente beneficioso para nuestra salud. De hecho, la idea de que podemos alcalinizar nuestro cuerpo con comida está mal desde su concepción porque NO hay un pH general del cuerpo que alcalinizar. Es físicamente imposible cambiar algo que no existe. Este es el concepto absurdo al cual me refería en el inicio.
¿Cuál es el pH ideal de nuestro cuerpo?
Repito lo que mencioné arriba. NO HAY UN pH GENERALIZADO PARA TODO EL CUERPO. Más bien, cada órgano de nuestro cuerpo tiene un pH diferente.
Por ejemplo, el ácido clorhídrico de nuestro estómago tiene un pH de 1.5-3.5. Esta acidez es importante para poder digerir bien los alimentos, sobre todo las proteínas, y matar cualquier agente infeccioso que pudiera ingresar al cuerpo con la comida (como un parásito, por ejemplo). El pH del estómago puede ser alterado por varios compuestos, incluyendo antiácidos, que nunca deben ser usados por largo tiempo por razones obvias: ¡perdemos nuestra capacidad de digerir!
El intestino grueso tiene un pH más alcalino. Las enzimas que digieren alimentos en el intestino grueso necesitan un pH más alto que el estómago para funcionar efectivamente.
La sangre siempre es levemente alcalina: 7.36–7.44. Si el pH de nuestra sangre se sale de este rango, ya sea porque se vuelve más ácido o más alcalino, nos pone en riesgo inminente de muerte.
Para mantener el pH de la sangre en ese rango crítico el cuerpo utiliza dos vias importantes: la orina y la respiración. Cuando la sangre comienza a tornarse muy ácida los riñones eliminan ácido a través de la orina y reestablecen el pH de la sangre. Cuando la sangre comienza a tornarse muy alcalina, los riñones eliminan “cuerpos alcalinos” para retornar a la sangre a un pH adecuado. Por ejemplo, cuando vomitamos, perdemos ácido clorhídrico del estómago y el cuerpo compensa botando compuestos alcalinos a través de la orina. Así se reestablece el pH de la sangre.
También, podemos cambiar el pH de nuestra orina a uno más alcalino haciendo respiración profunda, pues esto elimina más CO2, que es ácido.
El trabajo que hacen los riñones y la respiración para mantener el pH de la sangre estable es increíblemente complejo y nunca se detiene.
Les comento que parte del protocolo del Dr. Young era inyectarle bicarbonato de sodio, un compuesto muy alcalino, a la vena de sus pacientes para alcalinizar la sangre. Imagínense el trabajo que tenían que hacer los riñones para mantener el pH de la sangre estable en estos pacientes para, literalmente, evitar la muerte. Malpraxis pura.
También conozco personas que se toman un poco de bicarbonato de sodio todas las mañanas porque están convencidas de que es alcalino y es saludable. Oooo.. Mi pobre corazón.
Ahora sí. Ya que tenemos claro que no existe un único pH del cuerpo, pero que sí hay diferentes pHs en diferentes partes del cuerpo, hablemos sobre el efecto que tiene la comida sobre ellos.
¿Puede la comida cambiar el pH de mis órganos?
La pregunta no es solo si la comida puede cambiar el pH de mis órganos, si no, ¿para qué querríamos hacerlo?
Es casi imposible cambiar el pH de la sangre con comida en gente saludable, aunque sí se pueden darse fluctuaciones dentro del rango normal (7.36-7.44). Sin embargo, la comida sí puede cambiar el pH de la orina.
Por ejemplo, la orina va a estar más ácida unas horas después de comer carne. Dado a que la carne es ácida, el cuerpo saca el exceso de estos “residuos” a través de la orina para estabilizar el pH de la sangre. Esto es un proceso completamente normal.
En donde sí nos podría interesar conocer el pH de la comida es si tenemos daño de órganos, particularmente, daño de riñones o daño de pulmones que no permiten tener un buen control del pH de la sangre. Una dieta baja en proteínas es muy común en personas con daño de los riñones, y es una dieta considerada alcalina. Esto puede ayudar en el sentido de que los riñones tienen que “trabajar” menos. También, podría beneficiar a personas que tienen cierto tipo de piedras en la vejiga que se forman en ambientes ácidos.
En fin, el punto importante es que el cuerpo regula el pH de la sangre fuertemente. En personas saludables, la comida no cambia el pH de la sangre de forma significativa, pero sí puede cambiar el pH de la orina. En personas con enfermedades específicas, como piedras o daños en los riñones, sí podría ser importante aumentar o limitar ciertos alimentos, considerando su pH, para reducir la carga sobre estos órganos.
Algunas personas saludables dicen alimentarse con una dieta alcalina para evitar ponerle tanta presión a sus órganos internos, en particular, los riñones. Bueno... podrían tener algo de razón, pero, recordemos que la acidez y la alcalinidad es solo una parte de este rompecabezas. Hay que tomar en cuenta la densidad nutricional y otros factores inherentes a la comida, que menciono más abajo.
¿El pH de mi sangre puede afectar mis huesos?
Los proponentes de la dieta alcalina promulgan que cuando el pH de la sangre es muy ácido, el cuerpo saca minerales de los huesos, como el calcio, para neutralizar esta acidez, causando osteoporosis. Puesto a que la proteína animal es ácida por naturaleza, muchas dietas alcalinas indican reducir la cantidad de proteína animal o eliminarla por completo.
Este tema genera opiniones mixtas en el mundo científico pues hay estudios clínicos que muestran que las dietas ácidas no tienen un impacto en los niveles de calcio en el cuerpo, pero esto solo ha sido probado en personas saludables. Por otro lado, hay evidencia a favor y en contra de que una dieta ácida está relacionada con mayores quebraduras de huesos. Entonces, se hace difícil saber a cuál creerle.
Pero, aunque haya evidencia mixta, la mayoría de la investigación no apoya la teoría de que las dietas ácidas maltraten a tus huesos. La proteína, que es ácida por naturaleza, parece, más bien, ser beneficioso para el fortalecimiento de los huesos pues puede remineralizar y fortalecerlos. Entonces por ese lado, todavía no veo el valor de llevar una dieta estrictamente “alcalina”, al menos de que se tenga daño renal o mucha tendencia a desarrollarlo.
¿El pH de mis tejidos puede promover la aparición de cáncer?
Muchas personas dicen que el cáncer solamente puede crecer en ambientes ácidos. Eso no es cierto. Las células cancerosas pueden crecer tanto en tejido ácido como alcalino. Ahora bien, los tumores sí crecen más rápido en ambientes ácidos pero lo interesante es que son las mismas células cancerosas las que producen el ácido láctico que a su vez acidifica el ambiente.
El cáncer es en tema delicado y complejo. Y la verdad es que no hay solo una causa del cáncer ni tampoco una sola forma de manejar la enfermedad. Hay muchas. Con respecto al tema que nos concierne ahora, no hay evidencia de que una dieta “ácida” produzca cáncer pues las células cancerosas pueden crecer en un ambiente alcalino y son ellas las que producen el ambiente ácido.
Conclusiones
Los alimentos considerados alcalinos por el movimiento de la dieta alcalina tienden a ser saludables por naturaleza, con alta densidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes e inclusive compuestos antinflamatorios. Por esta razón en particular, una “dieta alcalina” que proponga la ingesta de muchos vegetales, frutas, legumbres y el evitar comida chatarra, es por definición, una dieta saludable, y si quisiéramos hacerla por la simple razón de comer saludable, bienvenido sea. Pero lo saludable se debe a que son alimentos completos, sin procesar, altos en nutrientes, con antioxidantes, fibra, etc. No hay evidencia que sugiera que sean saludables por su pH. Y es por esto que deberíamos dejar de utilizar la frase confusa de “dieta alcalina”.
En mi opinión, más que pensar sobre cuál es el pH de nuestra comida y hablar de una dieta alcalina, deberíamos estar preguntándonos cuál es la densidad nutricional de estos alimentos, cómo nos benefician, y cuáles alimentos se ajustan a cada bioindividualidad. Para más información sobre una alimentación saludable, ver este artículo.
En el caso de personas con daño de órganos, la conversación es un poco diferente porque claramente no tienen la capacidad de metabolizar los alimentos de la misma forma que personas saludables. Pero, lo mejor en este caso es siempre consultar con un profesional de la salud que mejor pueda guiar a las personas a tener una dieta apropiada para su situación personal.
Nota: Este artículo no está escrito para diagnosticar ni tratar. Por favor contactá a tu médico de cabecera o nutricionista especializado en este tema antes de hacer cambios en tu dieta y estilo de vida.
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Coach Melania
Foto de escala ácido base: https://www.youtube.com/channel/UCvEzJviE03cGFNkLoWL9Bsg
Referencias
https://www.healthline.com/nutrition/the-alkaline-diet-myth#bottom-line
https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_O._Young
https://quackwatch.org/11ind/young3/
https://quackwatch.org/related/DSH/coral2/
https://dieteticallyspeaking.com/the-alkaline-diet/
https://www.bbc.com/news/magazine-38650739
https://nutritionandmetabolism.biomedcentral.com/articles/10.1186/1743-7075-9-72#Bib1
https://bmjopen.bmj.com/content/6/6/e010438
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4421511/