Melania Gamboa
La regeneración con células madre nos protege de enfermedades

¿Sabías que tenés un grupo de células en tu cuerpo que en este momento que están listas para salir a reparar cualquier daño en tu piel, hígado y cerebro? Son tus células madre y no solo las tienen los neonatos o los cordones umbilicales. Todos tenemos más de 750,000 células madre distribuidas en nuestra médula ósea, pulmones, hígado y órganos. Las células madre mantienen, reparan y regeneran nuestro cuerpo durante nuestras vidas. Lo hacen reparando y reemplazando células muertas o enfermas todos los días.

Por ejemplo, después de un fallo cardiaco, las células madre regeneran el tejido cardiaco. En el cerebro, las células madre regeneran las neuronas después de un derrame. Cuando los músculos, tendones y nervios de las piernas comienzan a morir por enfermedad arterial periférica, las células madre intentan reparar el daño. La osteoporosis mejora cuando se inyecta células madre a la zona, igual con la regeneración de piel en cirugía reconstructiva. Si las células madre dejaran de funcionar, nos moriríamos. Básicamente, las células madres reparan tejidos dañados y nos mantienen más jóvenes y entre más tengamos, mejor. Pero hay cosas que las pueden dañar.


Causas de daño de células madre:
Las células madre pueden ser dañadas por humo de tabaco, contaminación ambiental, licor y la edad. También son afectadas por el colesterol malo, cuando hay altos niveles de azúcar en la sangre (no solo en caso de diabetes, si no también, cuando te comés un postre, por ejemplo). También se ven afectadas cuando hay arterosclerosis (que es el endurecimiento de las arterias) que ocurre mucho en diabéticos. Básicamente, las arterias se vuelven cada vez más estrechas y no llega sangre ni oxígeno ni células madre a las piernas, causando lesiones que no sanan.


La ciencia nos está mostrando que podemos estimular nuestras células madre para que se comporten como lo hacían en nuestra juventud. Según el Dr. William Li, en su libro Comer para sanar (Eat to beat disease), podemos potenciar la regeneración con células madre comiendo ciertas comidas. De hecho, la comida puede afectar positivamente a más que las células madre. Podés leer el resumen Al Grano del libro Comer para Sanar con las descripción de los 5 sistemas que nos protegen de enfermedades aquí. Veamos algunas comidas que han sido estudiadas científicamente y que tienen un impacto positivo en células madre:
Aceite de pescado: El aceite pescado es alto en Omega 3. Uno de las criaturas de mar con más omega 3 es el pepino de mar.
Tinta de calamar: Contiene componentes bioactivos que inhiben el angiogénesis y protegen a las células madre. Un estudio con ratones demostró que la tinta de calamar protege contra el daño de radiación.
Trigo de grano entero: La cáscara del grano entero contiene fibra y la parte de adentro contiene polifenoles. Ayudan a que las células madre vivan más tiempo.
Chocolate oscuro: El chocolate es una comida que recluta células madres. Esto es por los componentes bioactivos llamados flavonoides que ya se reconocen que reducen el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Vainicas: Las vainicas contienen un componente que protege a las células madre de daños causados por radicales libres y además mejora su sobrevivencia.
Aronia negra: Es de la familia de los arándanos y está lleno de polifenoles. Parece que el extracto de la aronia negra portege a las células madre contra el estrés. También aumenta la habilidad de que las células madre migren y participen en la regeneración de vasos sanguíneos.
Salvado de arroz: El salvado es la cáscara que está llena de nutrientes. Esto es lo que se le quita al arroz para convertir el arroz integral a arroz blanco y contiene beta glucano, polifenoles y ácido ferúlico. También es una fuente de fibra. Estudios en diferentes universidades han descubierto que el salvado de arroz protege y mejora la actividad y sobrevivencia de las células madre.
Cúrcuma: La cúrcuma contiene un componente bioactivo llamado curcumina que es antiinflamatorio, antioxidante, anti angiogénico y tiene propiedades pro regenerativas. Ratones con mala circulación en las piernas les dan cúrcuma con aceite de oliva y el flujo de sangre aumenta hasta 8 veces más con la cúrcuma. La cúrcuma es buenísima para personas con diabetes, pero la verdad, es buenísimas para todo el mundo.
Comidas altas en resveratrol incluyendo el vino tinto: El vino tinto, así como las uvas y el jugo de uvas tiene resveratrol, un antioxidante potente. El resveratrol también lo podemos encontrar en arándanos, maní y pistachos. ¡El vino con moderación! Una copa por día como máximo.
Cerveza: La cerveza tiene levaduras y lúpulo, que contiene componetes bioactivos como xantohumol. Esto explica porqué hay un 25% reducción de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular con consumo moderado (una al día). Los licores fuertes como el tequila, vodka, ginebra, ron, etc. matan a las células madre.
Comidas altas en zeaxantina: Es un componente bioactivo conocido como carotenoide. Es el pigmento que le da el color amarillo naranja a las comidas, pero también está en las hojas verdes. También está en goji berries. Es importante para la salud del ojo, pues se acumula en la retina. Pueden proteger contra la degeneración macular. Ayudan a mejorar el rendimiento de las células madre
Comidas altas en ácido clorogénico: Es un componente bioactivo encontrado en café, té negro, arándanos, melocotones, ciruelas, berenjena y tallos de bambú. Tiene propiedades antinflamatorias, antiangiogénicas, baja la presión y protege las células madre. Cuando a las células madre se les expone a ácido clorogénico, se vuelven más resilientes al estrés y se multiplica su tasa de supervivencia.
Frambuesas negras: Contienen componentes bioactivos como ácido elágico, elagitaninos, antiocianinas y quercetina. Un suplemento de frambuesas negras beneficia a pacientes con cáncer de colon y prediabetes. El ácido elágico es el que activa las células madre.
Apio: Las semillas de apio, las hojas y los tallos contienen un componente bioactivo llamado NBP. Es un neuroprotector y se usa como tratamiento para personas con daño por derrame. Mejora la circulación del cerebro, disminuye la inflamación, ayuda a que los nervios crezcan y reduce el daño causado por deramme.
Mangos: Los mangos contienen carotenoides y un bioactivo único llamado mangiferín que es antitumoral, antidiabético, y tiene propiedades regenerativas. En el laboratorio se ha visto que los mangos ayudan a regenerar la producción de insulina en animales de laboratorio. Otros científicos han mostrado que el mangiferin puede estimular la regeneración de hueso.
Té verde: El té verde aumenta la producción de células madre. Además, las catequinas del té verde pueden estimular la regeneración del cerebro, músculo, hueso y nervios y promover la sanación de heridas.
Té negro: El té negro puede movilizar a las células madre. El té negro también protege contra una dieta alta en grasas malas.
Ahora que sabés que la comida puede influenciar en este sistema de defensa, ¿qué vas a integrar a tu dieta para aprovechar estos beneficios?
Compartí este artículo con tu familia y seres queridos. ¡Ellos también se van a beneficiar de estos alimentos.
Coach Melania
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