Melania Gamboa
Navidad saludable

La Navidad es una de mis épocas favoritas del año. ¡Me encanta la comida, la decoración y las reuniones! Sin embargo la queja que usualmente escucho es: "siempre me engordo en Navidad". Y bueno... la Navidad y el año nuevo tienden ser épocas de excesos. Muchas personas le echan la culpa a los tamales y a los chicharrones, pero estos no son necesariamente los culpables. Usualmente el problema es que rompemos con nuestra rutina, dejando de hacer el ejercicio y comer y dormir a las horas usuales. Esto causa estragos en el organismo. Aquí te dejo 10 consejos para tener unas fiestas lindas, inolvidables y saludables y ayudarte a mantener esa rutina.
1. Dormir es vital: Es importante mantener una rutina algo parecida a la usual. Por ejemplo, intentá dormir y despertar a la misma hora de siempre. Si es demasiado temprano, corré tu horario por un par de horas, ojalá no más. Si tenés una fiesta que te llevará a disfrutar hasta altas horas de la noche, asegurá de dormir 8 horas al siguiente día. Si no lográs las ocho horas, intentá meter una siesta en la tarde. Entre más durmás, mejor. Aquí encontrarás unos consejos para dormir mejor.
2. En la comida, un arcoíris: Parte del problema es que nos excedemos a la hora de probar toda esa comida deliciosa que solo viene una vez al año. Comer esta comida está perfecto, pero con moderación. Si sabés que vas a ir a una celebración en la noche en donde habrá mucho que comer (y posiblemente pocos vegetales) es imperante que comás vegetales de todos los colores durante el día. Así te asegurás de recibir los nutrientes necesarios en la mañana y te podes dar un gusto más tarde. Poné especial atención a incluir hojas verdes oscuras, como kale, espinaca, arúgula, perejil, culantro (cilantro), etc.
3. Meriendas saludables a mano: No hay nada que dé más pereza que tener hambre encontrar que no hay nada que comer y tener que cocinar, por lo menos en mi caso. Por esta razón, es importante dejar comida saludable preparada en tu alacena o refrigerador. De esta forma, se te hará mucho menos probable que vayas a comer comida rápida o altamente procesada a dejar los antojos a la deriva. Esto definitivamente es clave para aquellos que tenemos celiaquía y sensibilidad al gluten.
4. El problema no es la grasa, son las harinas: La mayor parte del problema viene de comer un exceso de azúcares y harinas en forma de queques, pasteles, galletas, bizcochos, dulces, etc. Los chicharrones que son pura carne y grasa no tienen un efecto tan detrimental en el cuerpo como antes se creía. (Sobretodo si esa carne viene de cerditos felices, orgánicos y de pastoreo). Es mucho mejor comer buenas grasas, proteína y vegetales, que cargarse de carbohidratos que nos enferman y engordan. Entonces, si vas a comer harinas, hacelo, pero con moderación. Podés leer más sobre esto aquí.
5. Cuidado con el alcohol: A mi me encanta el vino tinto, eso es la realidad. Pero sé que si abuso de él al día siguiente estaré con dolor de cabeza, enferma de la pancita y con pocas ganas de ser productiva. Además, el alcohol es una de esas cosas que promueve el hígado graso, el daño del intestino y la ganancia de peso. Por esta razón, tomá licor con moderación. Si querés tomar bebidas alcohólicas, buscá vino tinto que es alto en antioxidantes, cerveza artesanal sin pasteurizar que tiene buenos probióticos y evitá los cocteles con jugo de fruta o azucarados. Para información sobre el gluten en el licor, lee este artículo.
6. Al estrés, respiración y meditación: Las fiestas también pueden ser momentos de alto estrés. Esto es porque estamos pensando en comprar los regalos, hacer la comida, decorar, planear el viaje, y los costos que esto implica, etc. Para esto lo mejor es la meditación. Con 10 minutos al día es suficiente. Si ya meditás, ¡perfecto! - no parés. Si todavía no meditás, las vacaciones son un buen momento para intentar algo nuevo e investigar el tipo de meditación que te podría servir. También podés intentar hacer respiración profunda. Lee más sobre la meditación aquí y la respiración profunda aquí. El manejo del estrés toma todavía más relevancia en personas con celiaquía o sensibilidad al gluten y enfermedades crónicas en general.
7. ¡A moverse!: En estas épocas se cierran los gimnasios y dejamos nuestra rutina, por lo cual la cantidad de movimiento diario disminuye muchísimo. Es importante que te sigás moviendo. Si tu gimnasio sigue abierto, ¡aprovechalo! Pero si cierra, entonces podés buscar formas diferentes de moverte. Una caminata con los perros todos los días, salir a correr, pasear en bicicleta, jugar basketball, fútbol, o el deporte que te guste. También podrías intentar hacer yoga en la casa, bailar o ejercicios con pesas, si es lo que te gusta. Al final de cuentas lo que importa es que te estés moviendo.
8. Priorizar, programar y decir no: Es importante asegurar que vayamos a tener tiempo para hacer todo lo que queremos y aún así descansar. Pero la única forma de hacer eso es priorizando todas las actividades y luego programándolas en una agenda. El año pasado tenía suficientes actividades para casi 6 meses, jamás lo iba a lograr en dos semanas. Por esa razón escogí las dos actividades más importantes para esa vacación y las llevé a cabo. Todo lo demás fue ganancia. Para esto es vital saber decir que no. No vas a poder hacer todo, así que debés practicar decirle no inclusive a las buenas actividades para poder decirle que sí a las excelentes.
9. El minimalismo es tu amigo: En estas épocas el mercadeo nos tratará de vender todo lo que no queremos y no necesitamos. Por esta razón es bueno mantener una filosofía de minimalismo. ¿De verdad necesito dar tantos regalos? ¿De verdad necesito comprar todas esas decoraciones? La respuesta objetiva es usualmente no. Aquí hay unas preguntas que te pueden llevar a practicar el minimalismo, ayudándote a mantener un estado de ánimo más equilibrado y a cuidar tu cartera: ¿De verdad lo necesito o de verdad lo quiero? ¿Podría conseguirlo de otra forma? ¿Este artículo me traerá buenas experiencias o es un objeto que quitará espacio en mi closet?
10. Lo que verdaderamente importa es la gente: Muchas veces nos dejamos llevar por la locura de las fiestas, la comida, el licor, el compra-compra y demás. Pero en realidad, lo que realmente importa son esas relaciones interpesonales que son importantes en tu vida. Tomate un tiempo para desearle felices fiestas a todos tus seres queridos, a abrazarlos, inclusive a perdonarlos, si fuera el caso. Un sentimiento de gratitud aumenta las endorfinas y disminuye el estrés.
¡Feliz Navidad y feliz año!
Coach Melania
Foto: Flickr - Sergé