Melania Gamboa
Pan experimental: sin gluten, sin huevo, sin lácteos, sin levaduras, sin soya

Dado a que no debo comer gluten y sumado a eso tengo alergias al huevo, lácteos y soya, es difícil encontrar una marca de pan que no solo sea segura, pero que sepa bien y que no sea estrambóticamente cara. Por eso esta semana me di a la tarea a experimentar con un pan sin gluten, sin huevo, sin lácteos, sin levaduras y sin soya.
El pan de hoy es a base de plátano maduro (plátano macho - madurado), quinoa, chía, y avena entera (certificada sin gluten, obviamente). Debo confesar que no sabe a pan exáctamente, es más como una fusión entre pan y budín. Pero eso depende de cuánto tiempo pase en el horno y si se come en rebanadas tostadas o no.
El plátano maduro le da algo de dulce, pero depende de qué tan madurado esté. Pronto probaré un pan con plátano verde. Considero que la clave es mantenerlo bastante tiempo en el horno para que se "seque" y luego rebanarlo y tostarlo cuando ya se vaya a comer. En realidad el pan me salió bastante bien, por lo que siento que si tienen alergia a alguno de estos componentes, probablemente los pueden reemplazar por otros, inclusive unos más secos y debería salir bien. ;)
Este "pancito" sirve para el desayuno, pero también lo hice en molde de magdalena, en donde salen pancitas muy fáciles de empacar y llevar en la ponchera.
Ingredientes
3 plátanos maduros (plátano macho)
2 tazas de avena certificada sin gluten
1/2 taza de quinoa
1/8 taza de chia
1/3 taza de aceite de oliva, coco, o inclusive mantequilla, si se tolera
1 cdta de bicarbonato de sodio certificado sin gluten (no te preocupes si no lo encuentras, no es absolutamente necesario)
1 cdta de sal
Preparación
Para hacer el pan más digerible, se aconseja dejar remojando la avena, quínoa y chia por 12 horas. Yo las dejo remojando toda la noche en la nevera. Avena: cubrir con agua filtrada, mezclar bien y dejar remojando. Se puede mezclar de vez en cuando en las primeras horas y agregar más agua, si fuera necesario. Quinoa: lavar la quinoa para eliminar el sabor amargo y dejar remojando en agua filtrada por 12 horas. Chia: Mezclar la chia con 1/2 taza de agua filtrada. En los próximos 10 minutos, mezclar varias veces para evitar que se hagan grumos y dejar remojando.
Escurrir la quinoa y cocinar de acuerdo a las instrucciones. Lavar y cortar cada plátano, con todo y cáscara, en 4 partes. Hervir por 20 minutos o hasta que la cáscara comience a rajarse. Escurrir los plátanos y quitar la cáscara. Majar los plátanos hasta hacer un puré. En este momento se le puede agregar la mantequilla, si se fuera a usar. Meter la quinoa, la chia y la mitad de la avena en un procesador de alimentos. Procesar hasta que esté bien mezclado y los granos y semillas estén más pequeños. Agregar los plátanos, el aceite, bicarbonato y sal y procesar hasta obtener una mezcla espesa.
Cubrir un molde para hornear pan con papel "parchment" o vegetal (asegurar que no tenga gluten), o cubrir con un poquito de aceite. Agregar la mezcla hasta la mitad del molde. Si sobra mezcla, se puede llenar otro molde o utilizar el molde para hacer magdalenas (muffins).
Hornear a 325 grados por 1.5-2 horas o hasta que el pan esté dorado por fuera y firme por dentro. Está listo para consumir. Para tener una textura más parecida a una tostada, rebanar el pan y tostar en un un horno por 10 minutos.
¡Buen provecho!
Hace aproximadamente 20 porciones.