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  • Foto del escritorMelania Gamboa

Viajé a Londres y Kenia y regresé sana y salva: así fue como lo hice


Foto de una variedad de alimentos sin gluten siendo preparados para las maletas.

¡Mi maleta siempre va cargada de todo tipo de comida!

Hace unos meses mi jefe me indicó que yo debía hacer un viaje de trabajo, tres semanas en total. Los destinos: Londres y Kenia. Posiblemente cualquier persona pensaría: ¡Wow! ¡Qué oportunidad! Y definitivamente lo es. Sin embargo, para mi, la primera pregunta que se me viene a la mente es: ¿cómo me preparo para sobrevivir un viaje de tres semanas…. sin gluten? Tenía tres cosas que tomar en cuenta: cinco días en total de vuelos, ocho días en Londres y seis días en Kenia.

Este ha sido mi reto más grande hasta la fecha. Contarles todo lo que hice y comí sería imposible, así que lo que sigue es un extracto de la experiencia.

Preparé a mi jefe: Le expliqué sobre la celiaquía, el gluten y mis alergias alimenticias con detalles… sí, inclusive mis aflicciones digestivas. Entendió y me dijo que hiciera lo necesario para tener un viaje seguro y sin contratiempos. He encontrado que informar a las personas cercanas sobre esta enfermedad es clave para recibir apoyo.

Llamé a las aerolíneas 3 días antes de cada vuelo: A veces cuando se pide la comida especial sin gluten en línea, la comida no la suben al avión. Ya me ha pasado 8 veces. Todavía no he logrado entender cuál es el desfase pero les aviso para que lo tomen en cuenta. Al llamar via telefónica por lo menos 3 días antes, pueden hablar con un humano y asegurarse de que la comida esté confirmada. Con esta técnica, no tuve contratiempos alguno. A los que les interesa, volé con United y British Airways*. Sin embargo, siempre lleven comida extra para el avión, nunca se puede estar demasiado preparado.

Desayuno de avión con frutas y una barrita.

Desayuno de campeones en un viaje transatlántico. Por dicha llevé comida adicional pues el sándwich estaba relleno con huevo y queso, ¡dos cosas a lo cual soy alérgica!

Cargué mis maletas con muuuucha comida: La comida que empaqué literalmente ocupó ¼ del espacio en mis maletas. La maleta de mano siempre debe llevar todo lo que posiblemente se podrían necesitar durante los vuelos, con un poco más por si acaso los vuelos se atrasaran, si no subieran la comida especial sin gluten que se solicita o cualquier otro inconveniente. La maleta grande debe llevar todo lo que se podría necesitar en el destino una vez que el avión aterriza. Es importante empacar siempre más de lo que creen que es necesario.

Meriendas de la maleta de mano: Sandwich, pan, mantequilla de maní, almendras, banano, naranja, bolsitas de infusiones digestivas, galletas, chocolate etc. En la maleta grande va mucho pan, muchas galletas saladas y dulces, más infusiones digestivas, avena en paquetes individuales, etc.

Me permití tiempo en los aeropuertos: Reservé vuelos que me permitieran tener suficiente tiempo en los aeropuertos por varias razones. Una es para que me dé tiempo de buscar comida fresca con tranquilidad y hacer las preguntas necesarias a los meseros y así estar segura de lo que consumo. Segundo, es común en algunos aeropuertos encontrar productos sin gluten nuevos, para probar y descubrir. En la medida de lo posible, se debe buscar pasar por aeropuertos que sean amigables con los celiacos y sensibles al gluten.

Estas trufas de chocolate* (sin gluten, sin lácteos, sin huevo) las encontré en el aeropuerto de Heathrow, Londres. Este frasco* lo encontré en el aeropuerto de Newark, Nueva York y es caldo de hueso de pollo, que por cierto, ayuda a sanar el sistema digestivo.

Me alojé en un apartamento en Londres, en lugar de un hotel: No solo para evitar contaminación cruzada si no también poder prepararme alimentos sanadores para mi pancita. Si todavía no han probado el servicio de AirBnB*, se los recomiendo al 100%. El truco es buscar a los "super hosts" o super anfitriones. Fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Foto: Horno tostador nuevo y limpio.

El dueño del apartamento, Benjamin, fue espléndido. Una vez que le expliqué mi situación me compró un horno tostador nuevo para así evitar la contaminación cruzada por completo. ¡Esas son las cosas que jamás ocurrirían en un hotel de cadena!

Me cociné casi todos mis alimentos: Una de las mejores formas de evitar el gluten es cocinar en casa. La ventaja de estar en un apartamento es que se puede cocinar y aprovechar los utensilios para empacar comida y llevársela consigo. Lo primero que hice fue comprar pollo, vegetales y arroz para hacerme un caldo de pollo para toda la semana. El caldo de hueso de pollo sana el sistema digestivo, algo que nos puede ayudar muchísimo durante los viajes.

Para mi siempre es esencial tener pan, jamón y lechuga para sándwiches. También cereal, leche de arroz y chía para los desayunos, además de algunas galletas y chocolates veganas (por mi alergia al huevo y leche). El frasco de caldo que encontré en el aeropuerto me sirvió para llevar sopa al trabajo. Si no encuentran donde calentar, un plato con agua hirviendo puede ayudar.

Busqué restaurantes en Londres con la ayuda de una aplicación: En Londres hay muchos restaurantes que ofrecen opciones sin gluten y tanto los meseros como los chefs están bastante entrenados en cómo manejar la comida para evitar la contaminación cruzada. Bajé un app llamada GlutenFreeLondon* que me ayudó a identificar lugares con opciones. Mi restaurante favorito hasta la fecha es Honest Burgers*, una cadena de restaurantes de hamburguesas buenísimas. Tienen un menú con todos los alérgenos así que pude ordenar una hamburguesa especial para mis necesidades.

Se me hace la boca agua cuando veo esta hamburguesa. Las papas fritas las hacen en su propia freidora y los aros de cebolla también son sin gluten porque están hechos con harina de garbanzo. ¡Tantas opciones!

El safari en Kenia: No siempre se viaja a Kenia. Pensé que probablemente iba a ser la única oportunidad en mi vida de hacer un safari y ya que tenía un fin de semana entre las reuniones de Londres y Kenia, reservé un safari de dos días en el parque nacional de Masai Mara. ¡Wow! Palabras se quedan cortas para describir la experiencia.

Familia de elefantes, hipopótamos, jirafa y leona con leoncitos.

Pero de vuelta a la comida. El safari era realmente la parte del viaje que me asustaba más porque una vez dentro del parque, no hay a dónde ir. Hablé de antemano con el touroperador y dejé claro mis necesidades alimenticias, sin embargo me parece que culturalmente la comunicación allá es diferente porque nunca me confirmaron haberlo entendido, simplemente me dieron un "ok" sin detalles. Nunca tuvimos confirmación de quién nos iba a recoger al aeropuerto o quién nos iba a llevar por el parque ni cuántas salidas venían incluidas en el paquete del safari, ni si la comida efectivamente iba a ser sin gluten. Sin embargo, debo decir que todo salió increíblemente bien. No hubo ni un solo contratiempo.

Una vez en el hotel de Masai Mara busqué hablar con el chef. Esto es clave en cualquier restaurante, el chef siempre va a saber más que los meseros. Dado que era un buffet, me ayudó a revisar todos los platillos nombrándome los ingredientes de cada uno para así poder escoger lo que era seguro comer y qué no. El pastelero salió y me dijo que me iba a preparar algo especial. ¡Y definitivamente se lució! En dos días me hizo un bote de mango con “topping” de canela y azúcar moreno, unas crepas con diferentes jaleas y un postre de banano con semillas de marañón (anacardos) en salsa de tamarindo. ¡Deliciosos! Creo que nunca he comido tan bien, sin gluten, tan lejos de casa. Si a alguien le interesa, el hotel es el Ashnil Mara*, fueron muy amables y además tienen full conocimiento de intolerancias alimenticias.

El pastelero me hizo una caja de comida especial para llevar en el viaje. Caja de almuerzo sin gluten: crepas, topping de mango dulce, jugo de piña, banano y vegetales.

Acudí a mis alimentos de reserva en el hotel de Nairobi: El segundo tramo de reuniones fue en un hotel en donde el conocimiento de los meseros y chefs sobre los alérgenos y la comida sin gluten no era tan amplia como los del hotel en Masai Mara. Aún habiendo enviado la lista de todas mis intolerancias y alergias con antelación, no tenían nada preparado para los cafés y las meriendas. Sin embargo, debo admitir que todos querían ayudarme. La cultura Keniana, a mi parecer, es de ser excelentes anfitriones. Al final del segundo día les dije: "Para cada merienda, tráiganme un plato pequeño de frutas y con eso sobrevivo". Y así fue. Las demás meriendas las puse yo de mi amplio repertorio en mi maleta. Reitero la importancia de llevar más comida de la que uno cree que es necesario.

En el almuerzo comí arroz, lentejas, algunas carnes, zucchini y un caldo de pollo. Comí casi lo mismo todos los días. Para los desayunos desempaqué avena, pasas y nueces. Eso con frutas y tocineta fue mi desayuno predilecto. También llevé un pan que con gusto me tostaron por separado en un sartén limpio con un poco de aceite.

Usé mi creatividad en la habitación para calentar:

Las habitaciones en el hotel de Nairobi no tenían cocina ni microondas. Para calentar alimentos se puede utilizar el vapor del agua de tetera o cafetera. Con esta técnica le pude poner Nutella* derretida a los panqueques sin gluten que me había empacado el pastelero.

¿Cómo está mi pancita? Confieso que me sentí enferma 3 días, el día que volé a Londres, el día que volé a Kenia y el día que hice el viaje transatlántico para volver a casa. Mi conclusión es que eso estuvo completamente relacionado con el estrés de viajar más que con cualquier cosa que pude haber comido.

Conclusión: Viajar teniendo una dieta estricta sin gluten puede ser complejo, pero con buena preparación, es completamente posible. Si yo lo pude hacer, ¡cualquiera puede! Además, para cualquier celiaco o sensible al gluten es importante salir, pasear, disfrutar y socializar. Es parte de nuestro bienestar emocional. ¡Buen viaje a todos!

*Canela Wellness no representa a ninguna marca comercial.

¿Tenés una "glutaventura" que compartir? Escribinos a info@canelawellness.com con tu historia y podría se publicada en nuestro blog.

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